Contigo la luna yo podría conquistar!

Carta a un ser querido.

Estimado amigo:
El motivo de mi carta es para expresar un punto de vista distinto, una visión que quizá sin saber, compartamos. La persona a la que ama, su hijo, se ha convertido en vegetariano. Esto lejos de ser un problema es síntoma de crecimiento y puedo garantizar que eres el gran culpable y eso merece mi reverencia y respeto. Ha logrado hacer fuertes cimientos en quien es su razón en esta vida.
Con el tiempo educó e inculcó los inestimables valores de vivir de manera justa, con ejemplo de sacrificarse por dar lo mejor, con cada gesto de amor y con cada intento de brindarle a su hijo la mejor estadía en esta vida que un padre pueda intentar darle.
Le enseñó que robar está mal, le aconsejó que no hay que mentir, lo educó en que hay que respetar y hacerse respetar aunque estén todos en contra pero siempre con la meta de seguir al corazón y lo correcto.
Le diste amor como ninguna otra persona; le diste tu tiempo no solo compartiendo juegos o compartiendo una comida, sino también en horas y días y semanas de trabajo para poder darle esa cosita que tanto le hace feliz. Te has levantado temprano, corriste apurado y llegaste tarde miles de veces y te esforzaste para que pueda tener la mejor educación que puedas darle. ¿Durante cuanto tiempo has hecho eso? ¿15 años?¿10 o 20?.
Hiciste tantas cosas, que podría llevar hojas y hojas de texto enumerarlas. Errores pueden haber ocurrido pues no existe vida sin equivocaciones, pero seguro que siempre existió una meta: brindarle lo mejor y formar una persona digna.
Tu hijo ha vuelto su corazón sensible y a la razón crítica, algo propio de enorgullecer a cualquier padre. Es ahora donde usted debe pensar: ¿Acaso mi hijo no está demostrando excelsitud en sus forma de vida? ¿Esto no es una extensión del ejemplo que siempre le he intentado dar sobre el respeto y la dignidad, sobre el amor y la razón?
Cuan orgulloso me sentiría de ver que mi hijo tiene una capacidad de extender el respeto a otros seres. Por el contrario me sentiría avergonzado como padre y un completo fracaso si viese que mi hijo le pone un petardo a un sapo o quema una babosa con una lupa o disfruta viendo un perro atropellado. En ese caso me preguntaría “¿Qué hice mal?¿Cómo explicarle y hacerle llegar a su corazón que el sufrimiento ajeno no es ni puede ser placentero a uno mismo?”. Pero por el contrario, en el caso opuesto, sería más bien: “Estoy orgulloso de ver como mi hijo, a quién le dí todo lo que pude para que sea una mejor persona y pueda ir mucho más lejos que yo, se supere y me supere”. Dejar de lado la vulgaridad de un placer totalmente carente de intelectualidad ni compasión y así avanzar hacia un punto donde decide minimizar la violencia que generan sus acciones es un innegable acto de superación. ¿No es que un padre no quiere que sus hijos cometan los mismos errores que él cometió? Entonces, siéntase feliz de saber que hijo ha superado una prueba tremenda que es esquivar una barrera en las contingencias de los placeres cotidianos e inmediatos que no llevan a nada.
Como padre, seguiría reflexionando: ¿Será que mi concepto de amor que le enseñe sembró el germen para algo mucho más grande? Si, la respuesta es un si. Usted hizo un gran trabajo como padre: le dio la posibilidad a su hijo de ser crítico y sensible, algo que sin dudas hace que no sea uno más del rebaño. Un joven que defiende un ideal basado en la razón o el amor, sin dudas está un paso adelante. Si todo esto le causa confusión, entonces lo más loable, luego de tanto esfuerzo para brindarle lo mejor, sería intentar estar en el lugar de su hijo y hacer el esfuerzo por comprender los motivos de porque ahora hay un vegetariano en la familia.
Usted le ha enseñado que el negro no se hizo para el blanco, ni la mujer para el hombre. Ahora él le está ensañado que los animales no se hicieron para el humano.
Ahora, póngase feliz, su hijo eligió el camino de la salud, compasión y la conciencia social y ecológica. Usted está a tiempo de acompañarlo, le ha dedicado tantos años… ¿Por qué no probar y ser su cómplice tan solo medio año?
Con todo mi respeto y cariño.